Un ETF inmobiliario es un Fondo Cotizado en Bolsa (Exchange-Traded Fund, ETF por sus siglas en inglés) que invierte en activos relacionados con el sector inmobiliario. Estos activos pueden incluir bienes raíces físicos, como edificios comerciales, residenciales u hoteles, así como instrumentos financieros respaldados por activos inmobiliarios, como acciones de empresas inmobiliarias o bonos respaldados por hipotecas.

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Los ETF inmobiliarios ofrecen a los inversionistas una forma de diversificar su cartera y obtener exposición al mercado inmobiliario sin tener que comprar propiedades físicas. Al igual que otros ETF, los ETF inmobiliarios se negocian en bolsa, lo que significa que sus acciones pueden comprarse y venderse en el mercado secundario durante el horario de negociación, de manera similar a las acciones individuales.

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Estos fondos suelen distribuir ingresos de alquiler o intereses generados por los activos inmobiliarios subyacentes a los inversionistas de manera regular. Además, los rendimientos de capital pueden derivarse de las ganancias de valor de los activos inmobiliarios en la cartera del ETF.

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Es importante destacar que, al igual que con cualquier inversión, los ETF inmobiliarios conllevan riesgos y los inversionistas deben considerar factores como la salud del mercado inmobiliario, las tasas de interés y la gestión del fondo antes de tomar decisiones de inversión. Antes de invertir en un ETF específico, es aconsejable realizar una investigación detallada y, si es necesario, buscar el asesoramiento de un profesional financiero.